¿Por qué el gobierno no nos protege?

Por qué el contrato social no funciona y cómo crear un nuevo mundo

Ren Millares
12 min readMay 30, 2020

Entre las muchas doctrinas que se nos inculcan desde pequeños, una de las más comunes a nivel mundial es la idea de que el gobierno existe para garantizar la seguridad y felicidad de su ciudadanía.

Por lo tanto, cuando vemos que ese rol no se cumple con feminicidios, desapariciones, y crimen sin investigación, nos sentimos traicionadas e indignadas. Nos sentimos obligadas a forzar al gobierno a cumplir con su cláusula en la forma de marchas, acción directa, y toda la indignación que podemos expresar.

Desde esta perspectiva, el problema más grande de la sociedad es de naturaleza moral: la corrupción y la falta de ética de los regentes es lo que arruina todo. La vía de corrección más obvia parece ser avergonzar y presionar a las autoridades hasta cumplir con su parte del contrato.

El propósito de este ensayo ofrecer una perspectiva adicional: tal vez el fallo en este sistema no es de naturaleza moral, sino económica. Desde esta perspectiva, el problema no es que el gobierno esté trabajando mal, al contrario. El problema está en que el gobierno trabaja perfectamente para lo que fue creado: para proteger la propiedad privada, el crecimiento económico y estabilizar las estructuras de poder existentes.

Esta perspectiva ofrece algunas respuestas a la paradoja de por qué los Estados (dentro y fuera de México) son tan suceptibles a la corrupción, por qué hasta funcionarios suscritos al bien común acaban defendiendo los intereses más rentables, y por qué necesidades básicas de grupos marginalizados son constantemente ignoradas. Lo que es más, mirar desde este panorama hace visibles ciertas soluciones encaminadas a la creatividad y la independecia que no siempre se avistan desde otros horizontes.

1/8 El Contrato Social

Nuestras ideas de lo que es un buen y un mal gobierno no son inferencias azarosas, vienen de la teoría filosófica conocida como el Contrato Social.

En casi todas las primarias de la galaxia se enseña que el contrato social consiste en individuos libres tomando los roles de ciudadanes y autoridades y entrando en un acuerdo entre si para vivir armónicamente. La ciudadanía asume ciertas responsabilidades (pagar impuestos, seguir las leyes) a cambio de protección de sus seguridad física, material, y expresiva. Sus autoridades, por su lado, asumen ciertos poderes (vigilancia, militarización, edición, legislación) para garantizar el bienesar social. Y así, voliá, tenemos un Estado.

La teoría suena lógica, sobria, justa y parece funcionar fabulosamente en Europa del Norte y Oceanía. ¿Cuál es el problema entonces si no es la corrupción desenfrenada?

2/8 Espejito, espejito de cristal…

El problema número uno con esta teoría es su punto ciego al dominio cultural, político y psicológico de los grupos en poder. No es necesario plantearse teorías de conspiración, me refiero a influencias mucho más sutiles dentro de nuestra psicología y en la formación de nuestro sentido de lo que es bueno y malo.

Tendemos a creer que las virtudes y reglas morales son absolutas y de naturaleza divina, más allá de la influencia humana. Empezando por Platón, que describe el mundo en ‘Formas’ absolutas, y siguiendo con la iglesia cristiana que ve los mandamientos como mensajes de Dios mismo, caemos en el fallo de pensar que nuestra apreciación de lo bueno y bello no es una construcción social, sino una inspiración absoluta más allá del mundo humano.

Sin embargo, pensadores como Nietzche observaron cómo lo bueno y lo malo tienen significados muy diferentes en distintos ámbitos sociales y muy dependientes de quíen está en poder. Por ejemplo, él describió cómo los aristócratas griegos solían llamarse a si mismos con la misma palabra que ‘verdaderos/buenos’ mientras que el término para ‘plebeyo’ era sospechosamente similar al término para ‘cobarde’ (Nietzche, F. On the Genealogy of Morality, p. 14).

Menciono esta instancia para ilustrar cómo los grupos empoderados, dada su perspectiva, consideran su forma de pensar como la correcta, buena, y virtuosa. El resto de la sociedad dominada, tiende a crear sus ideas sobre verdad, bondad y belleza basadas en esa ideología, pero aún bajo la ilusión de que sus preferencias, tendencias, y percepciones sobre virtud son intrínsicas en vez de adquiridas.

Un ejemplo presente de este fenómeno es cómo, a pesar del gran rechazo mundial a la hegemonía estadounidense, el magnetismo y atracción que sentimos en otros países hacia sus productos, entretenimiento, y mentalidad es inegable. El consumo mundial de Coca Cola, el prestigio de productos Nike, la popularidad de Disney, y preferencias estéticas hacia facciones arias presentan algunas pruebas.

Es importante notar que este fenómeno no necesariamente occure en forma malintencionada. Es lógico que el grupo empoderado se convenza de su superioridad y bondad subconcientemente, (¿Por cuántos miles de años los gobernantes se consideraron representates de Dios en la tierra?). Es entendible también que los dominados racionalicen las virtudes de los dominantes para lograr hacer cierto sentido del mundo en que habitan (por algo es que el 95% de las telenovelas mexicanas tratan de familias ricas y blancas).

Lo que es importante es concientizar y entender esta red de poder sin juicio para sacarla de las sombras de nuestra conciencia colectiva y poder cambiarla.

3/8 Vida, Libertad y la Búsqueda de la Felicidad

Partiendo desde la idea de que lo bueno y lo malo se definen en términos del grupo humano más poderoso en cierto tiempo y lugar, analicemos qué implicaciones tiene esto en nuestro concepto del ‘buen gobierno’ y por qué no logra fomentar el bien común del todo.

El grupo humano más poderoso en la era moderna es la clase adinerada estadounidense y de ella adoptamos nuestro concepto moderno de Estado. La misma declaración de independencia estadounidense estipula:

“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados.”

(National Archives: Declaración de Independencia de Estados Unidos, 1776)

Aunque revolucionaria en muchos sentidos, esta bella retórica estaba aún sesgada por la perspectiva de sus autores y la población que representaban: hombres blancos con propiedad. A pesar de que la declaración enfatiza la igualdad entre todos los hombres, los hombres sin propiedad no ganaron el derecho al voto hasta un siglo más tarde, mientras que a mujeres, poblaciones negras, ó indígenas ni por error se les consideró parte de la ciudadanía en ese entonces.* (Library of Congress, The Founders and the Vote)

El nuevo gobierno de las colonias libres formaba parte de un grupo demográfico que llevaba siglos creciendo en poder financiero pero en constante tensión con la monarquía por poder político: mercaderes y comerciantes. En su lucha, llegaron a advocar por ideologías extremadamente progresivas para su época, como lo es el derecho a poder político independientemente de casta ó títulos nobles. En paralelo, estos individuos defendían con el mismo fervor la protección de propiedad privada y el crecimiento económico, ya que es lo que llevó a su creciente empoderamiento.

Por ente, nuestra ideología moderna entrelaza estrechamente la protección de derechos con la protección y expensión del mercado, volviéndo a la economía sinónimo de ‘vida, libertad, y búsqueda de la felicidad.’

*El voto fue extendido a hombres sin propiedad en 1860, a esclavos liberados en 1870, a mujeres en 1919, y los grupos indígenas no pudieron votar en todos los 50 estados hasta 1962 (Ibid)

4/8 Huevos a la Mexicana

La Declaración de Independencia estadounidense tuvo un impacto gigantesco que ayudó a detonar la Revolución Francesa y los masivos cambios ideológicos que surgieron con esta por todo el mundo. En poco tiempo, la mayoría de las naciones buscaron limitar sino abolir las monarquías y las colonias se levantaron su independencia.

En las regiones postcoloniales, cuando adoptamos este modo de gobierno adoptamos también las prioridades culturales de la sociedad estadounidense combinadas con los intereses de las nuevas autoridades domésticas.

En México, en particular, heredamos los sistemas administrativos de la corona Española, especialmente creados para la extracción de recursos y explotación de grupos indígenas. Estos patrones estructurales y mentales son increiblemente resilientes e influyentes, por ente, la prioridad del grupo mestizo en mando después de la independencia pasó a ser el crecimiento económico a base de extracción y manteniendo la estratificación de clases sociales.

Tras siglos y a pesar de integrar reformas que protegen y dan prioridad a los intereses de grupos diversos, seguimos bajo la ilusión de que el mercado es la clave del bien común y nada es más importante que su apogeo y la de los grupos que lo impulsan. Aún nos guía la promesa de que si tan sólo la economía creciece lo suficiente bajo el mando de funcionarios honestos, (o ningunos, bajo el mando propio del mercado) todos viviríamos en abundancia y armonía.

5/8 ¡Pero en Europa sí funciona!

Antes de mudarme a Estados Unidos, yo pensaba inocentemente que la corrupción era un problema reducido al tercer mundo, por lo que me asombraron las quejas constantes de corrupción en el gobierno en mi nueva comunidad.

Asumí entonces que lugares como Alemania deberían de tener la solución para la paz social. En la universidad saqué una beca para estudiar en Alemania y hacer una práctica semestral con el Partido Verde local. Imagínense mi sorpresa al oir quejas también sobre corrupción, incompetencia, y presión constante de los partidos conservadores para reducir los beneficios sociales.

Tras muchas largas conversaciones políticas, me dí cuenta que Alemania había logrado el órden social que tienen ahora no por que sus gobernantes fueran más generoses y considerades que los que tenemos en casa, sino porque Europa una larga historia de mobilización por parte del partido trabajador que constantemente ha puesto presión para asegurar los beneficios del bienestar social.

Ahora, no comparto esta anécdota para incitar más presión contra el gobierno. Menciono esto para ayudarnos a disolver la ilusión que la economía como la conocemos ahora tiene remedio en lugares distantes con buenos gobernantes. La vida en Alemania, aunque segura y eficiente, también es presionante y agotadora sobre todo cuando uno tiene que estar listo para entrar en protesta en cuanto el gobierno busca subir colegiaturas, bajar salarios, o cortar beneficios. La estudiante Lotta Angantyr describe factualmente este fenómeno en Escandinavia también.

6/8 Viajando en Lavadoras

Aún entre círculos intelectuales que han comprendido la devastación que nuestros modos de manufactura y distribución causan, nos hemos mantenido fieles a la idea de que lo único que necesitamos es alterar un poco nuestros sistemas y políticas para obtener un mercado justo y sostenible.

La amenaza del socialismo y los ecos de la propaganda de la guerra fría mantienen la convicción de que cualquier sistema alternativo es inválido ó lleva al totaliatarianismo, por lo que continuamos racionalizando maneras de mantener esta lancha a flote a pesar de sus agujeros.

El economista John Maynard Keynes en el siglo pasado convenció al mundo que controlando el suministro de dinero, niveles de intereses de los bancos, etc. los gobiernos podían crear estabilidad prolífica para la población entera. (Economipedia: John Maynard Keynes). Aún así vemos una y otra vez cómo entre más crece la economía, más crece la brecha entre propietarios y trabajadores, las deudas internas y externas, y la degradación ambiental.

No importa cuanta explotación, pobreza y crisis vemos que conyeva, la teoría nos murmura en el oido: ‘No te preocupes, es normal, son los ciclos naturales del mercado.’ Y sin alternativas, la inercia nos lleva a seguir su mensaje.

Tal vez ahora, tras observar las formas en que repetidamente nuestro sistema económico y el gobierno que lo defiende nos han fallado (la probreza extrema en Inglaterra durante la revolución industrial, las crisis de países asesorados por el Banco Mundial, la explotación de recursos naturales, etc) podemos reconocer que los derechos universales, la creación de comunidad, la protección ambiental son conceptos que sobrepasan sus funciones. Por más que hemos tratado de construir aditamentos a esta máquina que rige nuestro tiempo y sustento, no lo logramos que nos proteja del todo porque nunca fue creada para ese fin.

A un coche podríamos agregarle un tambo y un agitador, pero aún así va a ser una forma ridícula de lavar la ropa. A una lavadora se le pueden agregar ruedas y un motor, pero va a ser vehiculo extremadamente incómodo.

7/8 Solución

Me da gusto ver la conciencia social nasciente en las marchas feministas en latinoamérica. Sólo espero haber hecho un caso convincente de que esperar que la solución venga del gobierno, o incluso hacer nuestro propio partido y usar las estructuras de poder para defender nuestros intereses, tal vez no resulte en el impacto que esperamos.

Cómo bien dice la famosa cita del diseñador Buckmeister Fuller:

„No intentes cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto.” (Citas.in)

Es tiempo de organizarnos como sociedad civil, confiar en nuestros poderes creativos, y sumergirnos en la mágia que es crear nuevas formas de vivir, producir, consumir, y organizarnos.

Uno de mis lemas favoritos — ‘Sé más lista que la Patriarquía’ — twitter.com/BitchMedia

Para problemas urgentes e inmediatos, muchas soluciones pueden darse en la creciente tecnología abierta, cada vez más accesible y menos censurable. Por ejemplo, sabemos bien que encima del enorme trauma psicológico que conyeva ser violada o violentada, el proceso de denuncia es rídiculo en países como México. Muchas mujeres no declaran los casos dado el machismo hiper-tóxico del sistema policiaco, las abrumantes demandas burocráticas y, además, el riesgo de no ser tomada en serio y hasta ridiculizada.

Una solución puede venir en forma de una aplicación donde las mujeres puedar reportar los eventos segura y anónimamente, ponerse en contacto con recursos o casas hogar, hacer sistemas de crédito mútuo o dar acceso a monedas locales para que puedan salir de hogares violentos etc.

Para problemas más profundos con nuestra psique social, por otro lado, mi humilde opinión es que tenemos que crear una economía y estructuras de organización social que pongan las necesidades de toda la población en primera línea. Veo mucho potencial en proyectos autogestionados a nivel comunidad para asegurar autonomía alimenticia y la producción local en forma de cooperativas democráticas.

El movimiento de Comunidades en Transición provee cientos de ejemplos de los ambiciosos proyectos que ciudadanos con una visión común pueden lograr: autonomía alimenticia, redes eléctricas renovables, cadenas de sumninistro justas, etc.*

Tener un sistema económico decentralizado, autogestionado, y que garantiza la seguridad social, no solo hace una producción más eficiente, sino que provee a las mujeres con medios económicos para no quedar estancadas en situaciones violentas mientras que alivia la desesperación y el ‘modo de supervivencia’ que conyeva a mucha de la agresión, el crimen , y el hambre de poder que presenciamos.

*En el artículo “How to not go back to Normal” describo más detalles sobre una propuesta de nuevo órden social y respuestas a preguntas puedan surgir. La versión en español está en camino.

8/8 Por Fuera, como por Dentro

Con el invento de la civilización, pasamos de vernos como familares comunes de una tribu, a miembros de diferentes elites, rangos, y maestrías. Comenzamos a considerar unas vidas más valiosas que otras, hasta llegar a esta era donde vivimos convencides que en la sociedad hay que ganarnos y probar nuestro valor.

Ahora, cualquier persona que ha buscado sanar el complejo de inferioridad crónico que siembra esta ideología, sabe que el remedio consta en recordar nuestro valor intrínsico como seres humanos. Estamos comenzando a experimentar la serenidad mental y emocional que viene de aceptar nuestra igualdad mútua, reconociendo que todos valemos lo mismo y que todos merecemos comprensión. Desde esta perspectiva, podemos ver que somos producto de nuestro ambiente, las ideologías que se nos inculcan, y los incentivos que nos rodean.

Esto incluye a los políticos, dictadores, y los criminales que rigen el mundo. No estoy sugiriendo justificar los actos es estos grupos, poner la otra mejilla, o no defender nuestros derechos. El punto es generar la claridad mental y emocional para mirar con ojos frescos la raíz del problema y su sanación.

En un sistema que apabulla nuestro sentido de valor, que reduce a los hombres a su productividad, a las mujeres a su atractivo, y despues apremia la acumulación de dinero con estatus, poder, y falso sentido realización, es fácil ver porqué el egoísmo y avaricia dominan la mente de individuos que de otra forma podrían ser generoses, considerades, y cooperatives.

Mientras tanto, cuando tratamos de cambiarnos internamente o a otras personas a través de vergüenza, humillación, y resistencia, el aspecto atacado responde con aún más violencia. Esto lo vemos al micro-nivel psicológico, pero también la macro-nivel socilógico en revoluciones.

Es por esto que construir nuestros nuevos sistemas a base de amor es tan importante en este proceso de transición económica y política. No sugeriría ir ante políticos y rogarles con todo nuestro corazón que sean buenos. Tampoco sugeriría tomar acción directa y desmantelar el sistema policiaco. Hablo de concentrarnos en los aspectos que sí podemos cambiar y crear con ingenio, claridad, y con amor por nuestras comunidades.

Estas estructuras se crearon primero desde ideologías y desde ahí podemos crear nuevas. Con una visión clara y acciones constantes, tal vez un día despertemos a un mundo donde las necesidades básicas están satisfechas, los desgarros mentales están siendo sanados, el lado femenino de todos los individuos ha sido restaurado, y la creatividad, curiosidad, e ingenio nos den arte nunca antes visto y unas fiestas fabulosas.

“La obscuridad no puede expulsar a la obscuridad, sólo la luz lo puede hacer. El odio no puede expulsar al odio, sólo el amor lo puede hacer”

Martin L. King Jr.

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Ren Millares

Compulsive thinker and theorist of all things common, cooperative, and compassionate. Also likes alliterations.